jueves, 3 de noviembre de 2011

Licuación de pasivos: Remes responde

Nobleza obliga. Jorge Remes Lenicov, ex ministro de Economia de Duhalde con quien tuviera el gusto de interactuar durante el primer semestre de 2002, me pide publicar los conceptos que transcribo más adelante, "porque en tu blog hablas de la licuación de deudas en 2002 (en referencia a posts como éste) y creo que no es la expresion mas acertada. Como tiene 800 palabras no pasa...". Pues ahí van, con un saludo al distinguido colega.

"La pesificación de las deudas en enero de 2002

"¿Qué habría pasado si se hubieran mantenido los préstamos nominados en dólares, o se hubieran transformado a pesos al tipo de cambio libre? Dado que la inflación fue mucho menor que la devaluación, los deudores se habrían insolventado masivamente, las propiedades habrían quedado en manos de los bancos, y se habría transferido riqueza de los endeudados a los acreedores. El valor de las cuotas de los créditos se habría triplicado, ingresando en una espiral aún más grave: como los deudores no habrían podido pagar, las carteras de los bancos se hubieran deteriorado aún más imposibilitado la devolución de sus depósitos en la moneda de origen o en cualquier otra. Los ahorristas habrían perdido sus depósitos por quiebra de los bancos y, en paralelo, las familias no hubieran podido pagar sus créditos (en particular los hipotecarios) y las empresas habrían entrado en convocatoria de acreedores o quebrado ante la presión del incremento de su endeudamiento. Tampoco se podía liberar el problema al mercado. ¿Acaso era imaginable que 490.000 deudores hipotecarios, 600.000 deudores prendarios, 500.000 deudores comerciales (mayoritariamente PYMES) y los más de 6.000.000 de deudores por préstamos personales y tarjetas de crédito negociasen vis-a-vis con los bancos?

"Recuérdese que en diciembre de 2001 el 24 % de la cartera de los bancos no calificaba como normal, en junio de 2002 era del 31%, en diciembre alcanzaba casi el 40% de las deudas. Si no se hubiera pesificado la situación hubiera sido mucho peor: en aquel momento hubo un informe del BCRA que decía que si no se pesificaban las deudas la incobrabilidad sería del 85 %.

"Pesificación conservando el poder adquisitivo: La alternativa elegida fue la de pesificar y actualizar por el CER mas tasa de interés para evitar la licuación de los créditos. Devaluar sin pesificar habría sido incoherente. Nosotros estábamos convencidos de que debíamos volver a tener moneda propia, y nos basamos en el antecedente de Roosevelt en 1933 cuando salió del patrón oro y volvió a su moneda nacional. Objetivamente la pesificación argentina fue el equivalente a la dolarización de los Estados Unidos.
"No hubo “licuación” de pasivos: si en diciembre de 2001 alguien debía 100 dólares o pesos, en enero seguía debiendo 100 pesos más la actualización por precios y la tasa de interés. No hubo ninguna “licuación” ni se benefició a nadie; lo que se hizo fue evitar el aumento del valor real de las deudas. Además, no hay que olvidar que en diciembre de 2001 muchos créditos en pesos fueron transformados en dólares por el gobierno, y que el ingreso tanto de las familias como de las empresas eran en pesos.

"¿Quiénes no vieron crecer sus deudas en términos reales? Más de 7.500.000 de personas y empresas que en diciembre de 2001 debían 38.431 millones de dólares (Préstamos al sector privado no financiero). De esta cifra, 14.547 millones de dólares correspondían a Personas físicas en relación de dependencia y Créditos no identificados (se asimilaban a préstamos hipotecarios, personales y prendarios, cuyos montos individuales eran relativamente chicos). Mientras que las empresas (grandes y Pymes), incluidas en el rubro Principales actividades económicas, tenían una deuda de 23.883 millones de dólares. Pero como en éstos últimos montos se incluían créditos no sujetos a la pesificación, como los vinculados con el comercio exterior y los que se tomaron bajo legislación extranjera (aunque estuvieran fondeados localmente), la cifra total era menor.

"Las deudas en el exterior: no hubo seguro de cambio: A pesar de las muy fuertes presiones de las grandes empresas nos negamos sistemáticamente a otorgar un seguro de cambio. Durante los años noventa muchas de las empresas grandes, extranjeras y nacionales, de la producción y de servicios, habían aprovechado la posibilidad de tomar deuda en el exterior con tasas de interés mucho más bajas que en el mercado local. Tuvieron una gran ventaja relativa frente a las locales, que internamente pagaban alrededor del 25 % anual en términos reales. Tomar deuda en el exterior fue parte del riesgo empresario y como tal lo debían asumir. La deuda privada en el exterior según el BCRA era de 77.922 millones de dólares, de los cuales 61.445 millones de dólares eran adeudados por el Sector Privado No Financiero y 16.477 millones de dólares por el Sector Privado Financiero. Poco a poco se fue renegociando mediante una combinación de alternativas: quita, reducción de intereses y estiramiento de cuotas. En muchos casos, como las deudas eran con el propio grupo empresario o autopréstamos, hubo capitalización o facilitación. Para marzo de 2005 la deuda se había normalizado y reducida en unos 25.000 millones de dólares, bajando el stock a 52.064 millones de dólares.
"Final: estas consideraciones explican por qué posteriormente no hubo mayor polémica y nadie propuso ningún mecanismo redolarizador y todas las acciones tendieron a profundizar y consolidar la pesificación.

2 comentarios:

  1. Cito:No hubo “licuación” de pasivos: si en diciembre de 2001 alguien debía 100 dólares o pesos, en enero seguía debiendo 100 pesos más la actualización por precios y la tasa de interés.

    Pregunto porque no soy especialista en economía ni nada relacionado, pero:
    Si yo debía 100 dolares y el dólar se había ido a 2.20, sin licuación hubiese pagado $220, pero en cambio pagaba $140 con un CER a 1.40. Por qué esto no se considera licuación de pasivos?

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  2. Porque el usd no se fue a $2,2 sino a $4 y se podían cancelar deudas bancarias con plazos fijos de las entidades 1 a 1, pero a mitad de precio.
    Cómo se compensó a los bancos por la pesificación asimétrica? Nueva deuda pública.
    En mi opinión, no está que el Estado ayude, especialmente cuando irresposablemente se comprometió a asegurar un tipo de cambio (parece mentira 10 años despúes de la "Tablita"...). Sin embargo, cuando el subsidiado no es un pequeño deudor parecería justo que devuelva la ayuda cuando recupera la solvencia, no?

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